¿PUEDE LA SEQUÍA SER LA CAUSA DE LA GUERRA EN SIRIA?

Hoy en día, la escasez de agua afecta aproximadamente al 40% de la población mundial y, según las predicciones de Naciones Unidos y del Banco Mundial, la sequía podría poner a 700 millones de personas en riesgo de desplazarse para 2030. El hecho de no haber suficiente agua para todos provoca que los políticos vayan a intentar controlar este recurso y es posible que empiecen a pelear por ella.

Siria experimentó sequías importantes en los años 1950, 1980 y 1990. Sin embargo, la que comenzó en 2006 fue seguramente la más intensa y larga desde que se tienen registros fiables. Los investigadores concluyeron que un episodio de esta severidad y duración habría sido poco probable sin los cambios a largo plazo.

Esta región ha experimentado a lo largo de la historia cambios climáticos naturales. Sin embargo, los investigadores por medio de estudios existentes y sus propias investigaciones han revelado que desde 1900, el área ha sufrido un calentamiento de entre 1º y 1,2º y una reducción del 10% de las precipitaciones en la estación húmeda.

Esta tendencia coincide claramente con los modelos de calentamiento global de influencia humana, y por lo tanto, no pude atribuirse a la variabilidad natural. Según Hsiang, profesor de política pública en la Universidad de California, el cuál ha realizado varios estudios sobre los vínculos o relaciones que se dan entre el clima y el conflicto, revela que el cambio climático causado por el hombre ya está alterando el riesgo a gran escala de los disturbios sociales y la violencia.

Los efectos que la sequía deja a su paso son demoledores. La producción agrícola, que supone por lo general un cuarto del producto interior bruto (PIB) del país, cayó a un tercio. Esto afectó gravemente al noroeste del país, donde los rebaños de ganado prácticamente desaparecieron, los precios de los cereales se duplicaron, y las enfermedades relacionadas con la nutrición entre los niños aumentaron de forma espectacular.

Por otro lado, los efectos del cambio climático también son evidentes aunque desastrosos. El calentamiento global ha tenido dos efectos: en primer lugar, ha debilitado indirectamente los patrones de viento que llevan aire cargado de lluvia desde el Mediterráneo, reduciendo las precipitaciones durante la temporada de lluvias de noviembre a abril. En segundo lugar, las altas temperaturas han aumentado la evaporación de la humedad de los suelos durante los veranos generalmente calientes. Todo esto está provocando un ambiente hostil en el ser humano que lo hace llevar al conflicto.

La mayoría de la población está alarmada por la escasez, que tiene numerosas consecuencias para la vida y las actividades de los sirios a pie, pues la sequía a provocado la mayor bajada a niveles históricos del caudal de su amada fuente de vida, los ríos Éufrates y Tigris. El deseo de control de estos ríos, el estrés hídrico y el cambio climático hace que estallen guerras en la zona, principalmente entre Turquía, Siria, Irak y el oeste de Irán.

Más allá, el cambio climático y la escasez de recursos naturales no solo ha provocado tensiones y conflictos en Siria. También podemos ver que en la región semiárida Sahel en África, se han desarrollado frecuentes enfrentamientos entre pastores y agricultores debido a la escasez de agua para sus animales y cultivos. El control por los ríos en las llanuras del norte de India, lugar cuyas tierras están consideradas como de las más fértiles del mundo, están generando violencia en los pueblos. 

Destacan también, el conflicto del Mar de Aral, que involucra a Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán y Kirguistán, el conflicto del río Jordán entre Israel, Jordania y Palestina y la disputa del río Mekong entre China y sus vecinos del sudeste asiático Vietnam, Tailandia, Laos, Camboya y Myanmar.